Casi tres de cada cinco padres (52%) no actúan correctamente cuando sus hijos menores de 12 años se encuentran dentro del vehículo durante la marcha, según un informe del comparador de seguros Acierto.com.
Los errores más comunes de los progenitores son: no acomodarles en las sillas homologadas o no quitarles la ropa de abrigo. Dos descuidos que incrementan considerablemente las posibilidades de que los vástagos sufran un riesgo mayor en caso de accidente.
El 27% de los padres admite que no sienta nunca a sus hijos en las sillas homologadas
El desconocimiento, las prisas o simples despistes son responsables de las malas prácticas de 1,2 millones de conductores, que aseguran no utilizar los sistemas de retención obligatorios para los menores.
Según los datos recogidos por el comparador, el 27% de los padres admite que no sientan nunca a sus hijos en las sillas homologadas. El otro 73% restante manifiesta que no lo utiliza porque no se acuerda del sistema.
“El uso de este dispositivo es obligatorio para todos los ocupantes cuya estatura sea igual o inferior a 1,35 metros”, así lo recoge el artículo 117 del Reglamento General de Circulación.
El incumplimiento de esta normativa está sancionado con multas que pueden ascender hasta los 2.000 euros y la pérdida de tres puntos del carnet de conducir.
A pesar de su obligatoriedad y sus posibles penalizaciones, el 10% de los padres encuestados aseguran que no emplean este sistema porque no protege adecuadamente a sus hijos.
Un pensamiento equivocado, ya que las sillas homologadas están destinadas a proteger la integridad física de los niños en caso de accidente y reducir las posibles lesiones.
Siempre sin abrigo
Mención aparte merece el uso de las prendas de abrigo durante la marcha. Una mala costumbre que incrementa hasta en un 80% las posibilidades de que el pequeño salga despedido en una frenada brusca.
Este hecho se debe a que se genera un falso volumen en el tórax que facilita el deslizamiento del niño hacia delante en caso de colisión.