Diésel o gasolina, ¿con cuál ahorro más? Eterna disyuntiva a la que le ha surgido una bifurcación, los coches eléctricos. Vehículos que están adelantando por la derecha para convertirse en una alternativa real que puede acabar con el duopolio.
La industria del automóvil ha encontrado un nicho muy interesante en esta opción. 2.193 unidades se han vendido en los cinco primeros meses de 2017 en España, un crecimiento del 9,1% con respecto al mismo período del año anterior, según han informado desde el Real Automóvil Club de España (RACE).
Estos datos han reforzado los pensamientos de los fabricantes. Aunque todavía hay un largo camino por recorrer. La realidad es que los esfuerzos están cada vez más centrados en perfeccionar esta parcela para convertirla en la destacada del futuro.
¿Son tan rentables?
El ahorro es la principal baza para los defensores de los coches eléctricos. Cierto es que asegurar un coche de estas características resulta hoy más económico. Lo mismo ocurre con el aparcamiento en las zonas de estacionamiento limitado.
A su favor también cuenta con la reducción de emisiones contaminantes. Un hecho que no se puede negar. Los coches eléctricos son menos contaminantes o más respetables con el medio ambiente. Su motor no quema combustible y por lo tanto no genera CO2.
El ruido también es otro de los argumentos en los que se apoyan sus partidarios. Afirmación que también se cumple. Hasta aquí todo correcto.
En su contra está la escasez de puntos de recarga. Es evidente que a medida que aumenta la demanda de estos vehículos surgen nuevos planes para atender las necesidades de los ciudadanos, como el proyecto Metrolinera del Ayuntamiento de Madrid. Pero si nos regimos por la temporalidad más estricta, las cifras según RACE son claras.
En la actualidad encontramos en nuestro territorio 2.200 puntos de carga tanto públicos como privados –poco más de 200 son de carga rápida-, una red que no garantiza la recarga en todas las zonas y tramos de carreteras. Una cantidad muy lejana a las cerca de 11.000 gasolineras que se distribuyen por toda España.
Los eléctricos han superado la barrera de los 300 kilómetros sin necesidad de recarga. De hecho, los nuevos modelos comercializados en nuestro país ofrecen una autonomía de entre 150 y 600 kilómetros.
A pesar de estos datos, la institución considera que para muchos conductores no es suficiente. Más aún cuando los precios de sus equivalentes en diésel o gasolina son más económicos. Por ejemplo, el fabricante galo Renault cuenta con ZOE, una de las versiones eléctricas más comercializadas, de 90cv cuyo precio es de 26.820 euros y el modelo equivalente al Clio con la misma potencia en diésel y gasolina por 17.175 y 16.175 euros, respectivamente.