El elevado precio del combustible, la ubicación de la gasolinera o la falta de tiempo son las principales excusas para apurar los últimos litros del depósito. Una práctica que puede dañar la mecánica del vehículo si se convierte en una constante.
Dicho ahorro económico puede no producirse si tenemos en cuenta que al circular con la luz del testigo encendida “se liberan partículas como las parafinas y otras impurezas que se depositarán en el fondo del tanque”, según un informe elaborado por la compañía de seguros Fénix Directo.
El problema no se origina si se hace de manera esporádica, pero si esta circunstancia se repite “estas partículas terminan por colarse en el motor y a la larga puede causar diferentes averías, así como el deterioro de los inyectores”.
El depósito de un coche esta ideado para aprovechar hasta el nivel más bajo de combustible, incluso cuando éste se encuentra extremadamente bajo o próximo a agotarse.
En ese momento, la reserva del vehículo se activa y su autonomía en ese estado variará en función del modelo del coche. Aunque, suele oscilar entre los 50 y 60 kilómetros.
Normativa vigente
No existe ninguna normativa vial que sancione a conductores que circulan con el testigo encendido. Pero, hay penalizaciones relacionadas con esta circunstancia como: parar en un lugar no habilitado o conducir incumpliendo las normas de velocidad mínima en una autopista o en una autovía obstaculizando la fluidez del tráfico con el riesgo de provocar un accidente.
Consejos
El importe del carburante varía cada día. Teniendo en cuenta este punto de partida, en España se observa que el precio del combustible comienza a aumentar su valor a partir de los jueves.
Es decir, desde el cuarto día de la semana hasta el séptimo -el domingo- el valor se incrementará unos céntimos de manera progresiva. A partir del lunes se produce un descenso de aproximadamente dos céntimos por litro, según un estudio realizado por la aseguradora Génesis.
Se debe evitar, también, repostar en los días de mayor afluencia de vehículos. En los periodos vacacionales como Navidades y fin de año se alcanzan los picos máximos.
Así como, “evitar las gasolineras que se encuentran dentro de las autopistas ya que normalmente tienen precios más elevados, reposta siempre antes de entrar. Las gasolineras de los pueblos, las que se hallan a las afueras de las ciudades y en los polígonos industriales suelen ser las más baratas”.
Atendiendo a estos datos se pueden reducir hasta cinco euros en cada depósito. Una cantidad que a priori no es llamativa pero si tenemos en cuenta que de media repostamos dos veces al mes, estaríamos reduciendo 120 euros al año.