Desconocimiento que no está exento de sanción. La penalización por circular con neumáticos desgastados puede alcanzar los 200 euros por cada uno de ellos, según se recoge en la actual regulación.
La función de las cubiertas es esencial. Su conservación y buen estado es de vital importancia para una conducción segura y responsable. Al desplazarnos con gomas desgastadas, en mal estado, caducadas o no homologadas podemos sufrir un problema grave de adherencia y, por consiguiente, dificultades en la frenada.
«No sorprende, pero sí nos preocupa, que cerca del 40% de los automovilistas españoles, independientemente de la edad del coche que conducen, confiesen desconocer cuándo hay que cambiar las cubiertas«, ha declarado el director de la Comisión de Fabricantes de Neumáticos del Consorcio del Caucho, José Luis Rodríguez.
Más de un millón de vehículos (5%) circulan por las carreteras españolas con defectos graves en las ruedas. Las imperfecciones más frecuentes son: profundidad del dibujo por debajo del mínimo legal de 1,6 mm; tener un desgaste irregular debido a una mala suspensión o una alineación incorrecta y circular con una presión errónea, según ha informado la Dirección General de Tráfico (DGT).
La documentación publicado por el Consorcio también ha revelado que el 61% de las incidencias, con coches que presentan un déficit de mantenimiento y superan la década de fabricación, tienen como principal consecuencia el desgaste de los neumáticos.
El reventón o la pérdida de algún elemento durante la marcha representan el 23% de los accidentes directamente relacionados con las ruedas, según recoge el portal Rastreator.
El truco de la moneda
Una moneda basta para revisar si el dibujo de las gomas es apto. La única dificultad de este proceso es encontrar un euro. Una vez conseguido, introducimos el canto de la moneda en la hendidura del dibujo. Si los neumáticos están en perfecto estado la parte dorada del euro deberá ocultarse. En caso contrario, se debe realizar el cambio de cubiertas.