Es el radar más temido de España. Da igual que los paneles de información adviertan su presencia o que se vislumbre a través de las lunas del vehículo. Si algún conductor infringe una ley de circulación, Pegasus –denominación coloquial- lo detecta.
Localizar infractores a 300 metros de altitud y un kilómetro de distancia
Cuatro años lleva sobrevolando las carreteras españolas. Y durante este período, más de 20.000 españoles han sufrido sus denuncias. Con una flota de ocho helicópteros, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha encontrado su herramienta más eficaz, los radares Pegasus.
Cada una de las aeronaves está equipada con dos cámaras. La primera realiza una visión panorámica que persigue a los vehículos y les realiza tres mediciones por segundo para determinar su velocidad. Una vez detectada la infracción, la segunda es capaz, gracias a su gran teleobjetivo, de identificar la matrícula o advertir si el conductor circula sin cinturón o utilizando el teléfono móvil.
Otra peculiaridad del Pegasus es su capacidad de acción. Puede localizar infractores a 300 metros de altitud y un kilómetro de distancia, según informa Centímetros Cúbicos. Y su sensor de velocidad se activa desde los 80 hasta los 360 km/h. Es decir, ningún vehículo homologado para circular sería capaz de superar la cifra máxima para no ser multado.
Tecnología militar
Más de seis años se han necesitado para fabricar este radar. Un proyecto que ha contado con la colaboración de la compañía especializada en sensores militares, L-3 Wescam. Aunque, las autoridades españolas recalcaron que “la idea, el impulso, el liderazgo del proyecto, el algoritmo de control y registro de la velocidad y la certificación, son netamente españoles”.
El grupo canadiense ha desarrollado elementos tecnológicos para la determinación precisa de objetivos terrestres en conflicto bélicos. También, ha configurado los aparatos empleados para captar planos aéreos en las retransmisiones de la NASCAR.