Uno de los principales problemas a los que se enfrentan los conductores en los desplazamientos veraniegos es la somnolencia.
El calor, unido a interminables rectas y cientos de kilómetros a las espaldas, pueden provocar efectos como el parpadeo excesivo, bostezos, relajación e, incluso, “cabezadas”.
Y cuando esto sucede, el 55% de los conductores admiten que fuerzan al máximo detenerse. Así queda demostrado en un reciente estudio realizado por Fundación Línea Directa (enlace) bajo el nombre “Influencia de la somnolencia en los accidentes de tráfico en España (2011-2015)”.
Según el informe, 17 millones de automovilistas españoles reconocen que alguna vez han sufrido somnolencia al volante. De ellos, 8,1 millones van más allá y aseguran que han llegado a tener microsueños mientras conducían.
La situación y las cifras son bastante alarmantes, ya que 1,4 millones de conductores reconocen que han tenido un accidente debido a quedarse dormidos mientras conducían. Cerca de 800.000 tuvieron consecuencias graves o muy graves.
Además, las campañas de concienciación de las Administraciones no resultan muy efectivas. 13 millones de conductores admiten que no siguen la recomendación de hacer una parada cada 200 kilómetros.
Otros 10,8 millones declaran que no se leen los prospectos de los medicamentos para conocer si sus efectos pueden afectar a su conducción.
Atendiendo a los datos de este estudio, solo en los últimos cinco años se han producido 20.600 accidentes y cerca de 800 personas han fallecido como consecuencia del sueño al volante. A estas cifras habría que sumarle 3.300 personas heridas de gravedad y 24.000 leves.
Los accidentes motivados por la somnolencia en el conductor son especialmente peligrosos, ya que se duplica el riesgo de morir.
Según la estimación realizada por la Fundación Línea Directa, la mayoría de los accidentes de esta tipología se producen en la madrugada del sábado al domingo, normalmente en el mes de julio, por la salida de vía y en carreteras interurbanas.
Asimismo, los vehículos implicados en estos accidentes no suelen ser excesivamente antiguos ya que tienen entre 3 y 10 años.
El informe concluye que las regiones con más accidentes por culpa de la somnolencia en conductores se producen en Castilla La Mancha, Castilla y León y Baleares.