La borrasca Filomena ha dejado sus primeras precipitaciones en forma de nieve en gran parte de la Península. Las previsiones indican que en las próximas horas la situación climatológica empeorará. Y a partir de la próxima semana, el mercurio descenderá drásticamente. En Grupo Torrejón queremos aprovechar este artículo para hacer unas recomendaciones en forma de siete consejos para conducir con nieve y hielo de forma segura.
Desplazamientos necesarios
Comenzamos estas líneas con una advertencia obvia, pero que conviene resaltar. Si podemos evitar circular con nuestro vehículo, debemos hacerlo. Esta es la primera recomendación. Es importante no realizar desplazamientos que no sean estrictamente necesarios. De esta manera, evitaremos riesgos innecesarios.
Marchas largas
Nos encontramos ante una situación climatológica inusual. España no es un país caracterizado por grandes nevadas. Esto hace que nuestra experiencia al volante no sea la más apropiada. Por eso, como recomendábamos en el párrafo anterior lo mejor es quedarse en casa y evitar desplazamientos. Si no podemos cumplir con este primer consejo, debemos saber cómo circular. Lo más importante es hacerlo con la marcha más larga posible. Esto nos permitirá obtener una mejor adherencia, tracción y estabilidad.
Cuando nos encontremos en tramos con fuerte descenso, haremos lo contrario. Reduciremos a la marcha más corta para que el motor frene nuestra marcha y retenga el vehículo. El resto de la circulación lo haremos con la marcha más larga posible, incluso al arrancar.
Velocidad y distancia de seguridad
Debemos disminuir la velocidad y aumentar la distancia de seguridad. El asfalto mojado incrementa el espacio que necesitamos para frenar completamente el coche. Por eso, es importante anticiparse a lo que está por llegar. Es decir, debemos adecuar nuestra velocidad antes de llegar a una curva o frenar con anticipación para poder detener el coche si fuera necesario.
Evita los movimientos bruscos
Son el gran enemigo de la estabilidad en estas circunstancias. Nuestra conducción debe ser suave y sin movimientos bruscos. Solo así mantendremos el control del vehículo. No pasa nada si no realizas adelantamientos, recuerda que lo más importante es llegar a nuestro destino
Frena con suavidad
Con el freno pasa lo mismo que con las maniobras. No podemos pisar el pedal con brusquedad, porque podemos perder estabilidad. La anticipación es nuestro mejor aliado. Debemos ir pendientes en todo momento de nuestra conducción y del entorno. De esta manera, nuestra reacción será más rápida y menos peligrosa.
Usar neumáticos de invierno
Los neumáticos son el único punto de contacto entre el coche y el asfalto. De su estado depende en gran medida la adherencia de nuestro vehículo. Si equipamos nuestro automóvil con un juego de neumáticos de invierno mejoraremos el agarre y reduciremos la distancia de frenado. Estos neumáticos son ideales para temperaturas inferiores a siete grados.
Otra opción acertada es utilizar cadenas cuando las circunstancias lo requieran. Deben situarse siempre en las ruedas motrices y podemos encontrar una amplia de modelos en el mercado. Es importante elegir las que mejor se adaptan a las necesidades de nuestro vehículo
Manta y alimentos
Ser precavido puede ayudarnos ante los contratiempos. No podemos predecir las horas que pasaremos en el coche o si la situación empeorará. Por eso, te recomendamos que no te olvides de guardar una manta, algo de alimento y bebida en el maletero del coche.
Sigue estos siete consejos para conducir con nieve y hielo de forma segura de Grupo Torrejón. Y sobre todo, evita los desplazamiento que nos sean estrictamente necesarios.
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